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Windsor es una ciudad muy curiosa. Se da la circunstancia de que, perteneciendo a Canadá, está a su vez al sur de los Estados Unidos. La provincia de Ontario se retuerce en sus confines sureños, muy cerca de la ciudad de Detroit. El paraje natural es impresionante, como corresponde a esta zona de los Grandes Lagos. A la vez, Windsor tiene una historia que data de los tiempos de la colonia, bajo dominio francés.
Las comunicaciones hasta el estado de Ontario suelen tener fin en Toronto, por aire. Sin embargo en este caso es mejor usar el Aeropuerto Internacional de Detroit, por la escasa distancia. Existe una línea de autobús que cruza la frontera, con abundantes horarios. El clima es una gran ventaja, con una situación privilegiada respecto al resto de Canadá. El huso horario de Windsor es -5 hora de Greenwich y -4 en verano.
En el casco urbano, el primer lugar de interés a tener en cuenta es la avenida Oulette. Además de poder acceder a establecimientos y tiendas, es la referencia a tener en cuenta. La avenida cuenta con una gran animación durante todo el día. El parque Windsor Sculpture supone otra zona a cielo abierto, pero en este caso ocupan el protagonismo diferentes esculturas de figuras animales y humanas. En busca de un poco de historia, las vacaciones en Windsor pueden hacer parada en la casa François Baby. Tiene una gran historia a sus espaldas, desde la época de dominación francesa hasta las luchas por la independencia entre británicos y norteamericanos. Es importante obtener visitas guiadas al parque Ojibway Prairie. Se trata de un complejo natural con vegetación y diferentes especies de anfibios y reptiles. Por último, las vacaciones en Windsor no podrán terminar sin el acercamiento hasta los Grandes Lagos, como el Eire. En su ribera se esconden nuevas sorpresas naturales.