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Annapolis es la capital del estado de Maryland, a escasa distancia de Washington. Escapando de la megápolis, la ciudad ha conseguido mantener su serenidad gracias a edificios de mediana y baja altura. Las vacaciones en Annapolis están pensadas para la recuperación de la esencia perdida de América. Sin prisas, la ciudad permite a los viajeros una fusión con sus habitantes y con los monumentos.
Annapolis dispone de un aeropuerto. Sin embargo, la forma más frecuente de llegar es a través de los aeropuertos de más tráfico de Maryland, como el de Baltimore. También se llega fácilmente desde Washington, tomando por carretera la ruta 50. El horario es -5 hora de Greenwich y -4 en verano. La recomendación es evitar los meses centrales del invierno, para evitar las olas de frío. Las precipitaciones pueden estar presentes, pero sin demasiada relevancia.
Las vacaciones en Annapolis deparan momentos de gran interés, como la visita al museo de la Academia Naval norteamericana. Refleja la historia marina no sólo del país sino con ejemplos provenientes de otras zonas del mundo. El museo Banneker está dedicado a la población negra de los Estados Unidos, con el legado de hombres ilustres. Están presentes por ejemplo documentos de la época de la esclavitud y su visita se incluye en los interiores de una vetusta iglesia.
Otro de los lugares atractivos de la ciudad está relacionado con los exteriores, en todo el entorno del puerto. La tranquilidad se refleja en este caso en el mar, con pequeñas embarcaciones amarradas y un paseo marítimo. La historia seguirá con la casa Hammond-Harwoord, un ejemplo colonial conservado desde el siglo XVIII, construida por los primeros colonos. Por último, del siglo XVIII es también Paca House, un edificio provisto de jardín donde se firmó la declaración de independencia, declarado monumento nacional.