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La isla de Penang es uno de los destinos clave de Malasia. Aquí conviven las etnias china, india y malaya desde hace cinco siglos, dándole su carácter único. Penang es un destino de vacaciones claramente cultural y de descanso, aunque con momentos para el deporte y la aventura. Destaca principalmente por sus playas y su gastronomía, que atrae a cocineros de todo el mundo con ganas de aprender y sorprenderse.
La mayoría de vuelos internacionales a Malasia tienen rutas al Aeropuerto de Penang, a media hora de Georgetown. La red de autobuses comunica el aeropuerto, la capital y toda la isla. También se puede recorrer en coche o taxi, reservando desde el hotel. La zona horaria es de ocho horas más que la hora continental europea. El clima es tropical, con temperatura cálida y abundantes lluvias. La mejor época para ir es entre diciembre y enero. Es fácil comunicarse en inglés y no son necesarias vacunas, pero sí beber siempre agua embotellada y alimentos cocinados.
Unas vacaciones en Penang deben comenzar por un almuerzo en Georgetown, ciudad Patrimonio de la Humanidad. En sus calles abundan pequeños restaurantes y puestos callejeros: la norma es ir donde vayan los locales y tomar bocados de aquí y allá. Penang presume de sus cocinas, que mezclan varias tradiciones. Para equilibrar, nada mejor que subir la ladera del Jardín Botánico y contemplar la puesta de sol desde Penang Hill.
La playa más famosa de Penang es Batu Perringhi, ideal para descansar al sol y con una exuberante vida nocturna. Contrasta con las casi vírgenes Teluk Duyung y Muka Head, ya en el Parque Nacional de Penang. La entrada a éste es gratuita y es apto para practicar senderismo y pesca deportiva así como excursiones en barco. Los niños agradecerán una visita al Butterfly Farm, una reserva ecológica para insectos, serpientes y pequeños animales.