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Sola o como parada de un recorrido Mumbai es ideal como introducción a la vorágine india o destino obligado de toda ruta por el país. Con casi veinte millones de habitantes es la urbe más poblada de la India. Unas vacaciones en Mumbai no dejarán a nadie indiferente. El ordenado caos que rige la ciudad desconcertará a casi todos. Es fácil quedar seducido por Mumbai por sus constantes contrastes, sus edificios y sus olores.
Climáticamente en la India se intenta huir del calor y los monzones. Evitar lo primero es difícil: siempre hace calor. Pero sí se sabe con exactitud cuándo azota el monzón. Para ir de vacaciones a Mumbai (+5.30 hora central europea), los meses entre octubre y febrero son los mejores. El calor no es tan agobiante y, sobre todo, las lluvias no suponen un incordio adicional. Si se puede reservar con antelación es fácil encontrar billetes de avión considerablemente económicos a la ciudad, que tiene uno de los dos principales aeropuertos internacionales de la India. La mejor manera de llegar al centro, y también de moverse por la ciudad, son los taxis. También hay rickshaws, que son económicos y ligeros, pero que no pueden entrar en la zona del centro de la ciudad.
En Mumbai están los suburbios más miserables del país, en el norte. Pero también lujosos edificios de la época colonial británica. La Puerta de la India es uno de los centros de la ciudad, donde se juntan locales y viajeros. Oval Maidan, una extensión de terreno rodeada de edificios coloniales, es parada obligada en unas vacaciones en Mumbai. También en Mumbai están dos de los más importantes museos del país, el Chhatrapati Shivaji y la Galería de Arte Moderno. El Templo Babulnath Mandir, dedicado a Shiva, también merece una visita.