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Ubicada en la costa oeste de la península de Florida, en el Golfo de México, Sanibel Island es un isla muy notable principalmente por su tranquilidad y por preservar un paisaje salvaje en medio del tumulto de un estado tan cosmopolita. Ofreciendo playas de ensueño, con arenas cubiertas de conchas, una diversidad enorme de especies avícolas y actividades variadas al aire libre, Sanibel se consagró como el destino ideal para unas vacaciones tanto en familia como en pareja.
Para llegar a Sanibel, conectada al continente por el puente Sanibel Causeway, el coche es la mejor opción. Desde el Aeropuerto Internacional de Miami la distancia es de aproximadamente tres horas. Una alternativa más cercana es el Aeropuerto Southeast Florida International, a unos 45 minutos. Al planear las vacaciones en Sanibel hay que considerar el clima subtropical y húmedo, con temperaturas frescas y pocas lluvias de enero a abril, calor y bastantes precipitaciones alrededor de julio y posibilidad de ciclones tropicales en septiembre y octubre.
De vacaciones en Sanibel, además de la tranquilidad de las playas, uno también puede aprovechar la oferta de actividades al aire libre. Para los que prefieren estar en tierra firme, una visita a la Reserva Natural de Ding Darling, con aves diversas e incluso cocodrilos y mapaches, puede ser lo ideal. Explorar la isla en bici también es posible con paradas irresistibles como el famoso faro del Lighthouse Park o el Museo Bailey-Matthews Shell, donde se puede ver la histórica variedad de conchas que afloraron en la orilla insular. Para los más aventureros un tour de kayak será más atractivo. El windsurf o incluso el kiteboarding ya entrarían en la lista de los optan por deportes extremos. Y si no te imaginas haciendo nada de eso, prueba simplemente a relajarte volando una cometa en las playas a lo largo del puente. Seguro que no querrás volver a casa.